Mel Kadel, Drip Drip

29.12.10

Sadovaya, 302

Cuando Margarita llegó a las últimas líneas del capítulo ... "Así recibió el amanecer del quince del mes Nisán el quinto procurador de Judea, Poncio Pilatos", llegó la mañana. Desde las ramas de los salgueros y tilos llegaba la conversación matinal, animada y alegre, de los gorriones. Margarita se levantó del sillón, se estiró y sólo entonces sintió que le dolía todo el cuerpo y que tenía sueño.
Es curioso, pero el alma de Margarita estaba tranquila.


Imagen: Ken Rosenthal


Hay que repetir que no cabía la menor duda de que el tres veces maldito piso número 50 estuviera habitado. Cogían el teléfono de vez en cuando y contestaba una voz crujiente o una gangosa; otras veces abrían la ventana e incluso se oía la música de un gramófono.
Estuvieron en el piso a distintas horas del día. Dieron una pasada con una red, examinando hasta el último rincón. En la casa, que estaba bajo vigilancia desde hacía tiempo, se vigilaba no sólo la puerta principal, sino también la entrada de servicio. Es más, había centinelas en el tejado junto a las chimeneas. Sin embargo, cuando iban al piso no encontraban absolutamente a nadie. El piso número 50 estaba haciendo de las suyas y no había manera de evitarlo.

Mikhail Bulgakov, El Maestro y Margarita

4 comentarios:

La Pecera del Caimán dijo...

Posiblemente, mi libro favorito, o en su defecto el que más me dejó sin piel mientras lo leía

Mae dijo...

Te dedico, entonces, la entrada.

Buen año y buena suerte.

Anónimo dijo...

Estoy terminando de leerlo, qué casualidad. Es un libro asombroso.

Muy feliz Año Nuevo.

¡Un saludo!

Mae dijo...

Sí, sorprendente. Un prodigio de arquitectura narrativa.
Sympathy for the devil (banda sonora para acompañar o cerrar tu lectura...)

Me encantan las conexiones :)

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