Mel Kadel, Drip Drip

31.10.10

celebración de la muerte, celebración de la vida

¿Qué festejamos sino la alegría de continuar vivos, un corte de mangas al destino que nos ha concedido un día más?

Haber vivido... vivir.



Los antiguos griegos tenían una costumbre digna de mención: a los que hubieran perecido quemados, a los que hubieran sido devorados por los cráteres de los volcanes, a los que hubiesen sido enterrados bajo la lava, a los que las fieras hubieran despedazado o se los hubieran engullido los tiburones, a los que se hubieran repartido los buitres en los desiertos, se les construía en su patría los llamados cenotafios, las tumbas vacías, porque el cuerpo es el fuego, el agua o la tierra, pero el alma es el alfa y el omega, a ella es a quien hay que construir el santuario.

Danilo Kis, Una tumba para Boris Davidovich

29.10.10

espacios de Perec


Imagen: L Beltrán

Me gustaría que hubiera lugares estables, inmóviles, intangibles, intocados y casi intocables, inmutables, arraigados; lugares que fueran referencias, puntos de partida, principios: mi país natal, la cuna de mi familia, la casa donde habría nacido, el árbol que habría visto crecer (que mi padre habría plantado el día de mi nacimiento), el desván de mi infancia lleno de recuerdos intactos...
Tales lugares no existen, y como no existen el espacio se vuelve pregunta, deja de ser evidencia, deja de estar incorporado, deja de estar apropiado. El espacio es una duda: continuamente necesito marcarlo, designarlo; nunca es mío, nunca me es dado, tengo que conquistarlo.

Mis espacios son frágiles: el tiempo va a desgastarlos, va a destruirlos: nada se parecerá ya a lo que era, mis recuerdos me traicionarán, el olvido se infiltrará en mi memoria, miraré algunas fotos amarillentas con los bordes rotos sin poder reconocerlas. Ya no estará el cartel con letras de porcelana blanca pegadas en forma de arco circular sobre el espejo del pequeño café de la calle Coquillière: «Aquí consultarnos el Bottin» y «Bocadillos a todas horas».
El espacio se deshace como la arena que se desliza entre los dedos. El tiempo se lo lleva y sólo me deja unos cuantos pedazos informes.

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva: arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.

Georges Perec
, Especies de espacios

26.10.10

triste y hermoso

Triste y hermoso este otro corto de animación realizado por ordenador y dirigido por el paraguayo Joaquín Baldwin. Sin palabras, sólo con la banda sonora, construye una acertada metáfora del sacrificio individual personificado en un muñeco de vudú.

24.10.10

mundo fractal



Nos escribimos fractalizando el mundo, multiplicando infinitamente las interconexiones entre espacios, vidas y personas, como piezas clónicas de una repetición en un tiempo no lineal e infinito expandiéndose vertiginosamente hacía la eternidad, más allá en el espacio y profundamente hacía el futuro. Esto puede suponer la creación, la literaria, cualquier creación, una exploración tremenda, aterradora y gozosa.

Como moverse por un castillo de Kafka, un recorrido tortuoso por una realidad que sobrepasa al individuo. Un absurdo que se expande con todas sus connotaciones hacia una lógica fractal que no es otra que la lógica kafkiana.
Como un laberinto que representa la crudeza, la crueldad que reside en la creación, en la sustracción/negación violenta de la propia identidad, en la loca involución de las formas y el lento desplegarse de los espacios de pensamiento. Como un laberinto borgiano donde un ente-mente, medio humano medio bestia, vagara solitario entre las fronteras de las infinitas posibilidades -ese infinito fracturado- esperando su redención.
Como cajas chinas, como matrioskas rusas...
O como una biblioteca de Babel simbolizando el conocimiento imposible o la mera aprehensión parcial de la realidad. Y, parafraseando a Borges, mi corazón se alegra con esa elegante esperanza.

22.10.10

la dama y la muerte

Un magnífico corto de animación de factura española en tecnología 3D, dirigido por Javier Recio, que estuvo entre los nominados a los Oscar 2010. Una irónica historia llena de humor negro sobre la muerte digna.

20.10.10

la primera sabiduría



La ficción fue la primera sabiduría de la humanidad, cuando la realidad exterior parecía sólo un conjunto de adversidades incomprensibles, hostiles, violentas, la ficción ayudó a entenderla: el sol es una brasa que una mano inocente lanzó una vez al cielo, el viento nos trae la voz de los muertos, la lluvia derrama de repente sobre nosotros las lágrimas perdidas, en los sueños nos habla lo que deseamos o lo que tememos. La ficción fue la primera forma comprensible de la realidad.

José María Merino, La glorieta de los fugitivos

19.10.10

kafkiana


Imagen: M Tobey

Hace tiempo que sé que la vida es cíclica aunque entrópica. La misma gente, las mismas calles, los mismos bares e incluso, a veces, las mismas conversaciones con los tópicos de siempre. El periódico
con su dosificado caos. Camino sin horario y no reconozco ningún rostro. Más cuerpos llegarán. Triste consuelo.
Tanto que contemplar...

Esto imagino.

17.10.10

sinestesia


Imagen: Malevich

La luz se había tornado de un amarillo exageradamente lento, de un amarillo sucio de lividez.
Habían crecido los intervalos entre las cosas, y los sonidos, más espaciados de una manera nueva, se producían inconexamente. Cuando se oían, terminaban de repente, como cortados.
El calor, que parecía haber aumentado, parecía estar, siendo calor, frio.
Por la leve rendija de las contraventanas se veía la actitud de exagerada expectativa del único árbol visible. El silencio le había entrado con el color. En la atmósfera se habían cerrado pétalos.
Y en la propia composición del espacio una interrelación diferente de algo como planos había alterado y roto el modo como los sueños, las luces y los colores usan la extensión.

F. Pessoa, Libro del desasosiego

10.10.10

construcciones


Imagen: L Beltrán

Construyo mis moradas, mi casa de muñecas,
sobre los huesos de la incertidumbre
con la futilidad de las hormigas.
Mantengo los andamios erguidos,
las alacenas llenas. He nombrado a la piedra.

Un traje puede ser bien coraza o sudario
y las miradas huecas habitan la ciudad
y caen los pétalos desde la flor que llora
de las manos ineptas ancladas por el vértigo,
heridas por las altas catedrales
y los caminos de las antologías.

No es sencillo habitar un país presuroso.

Inspiro, expiro. Apago las estrellas.

4.10.10

fall


Banco de piedra en el jardín del Hospital de Saint-Paul, Van Gogh

Un día te despiertas y hay hojas en el suelo, por todas partes no sólo en tu habitación. Y eso es el tiempo. Pienso en el tiempo que se va alternando y no vuelve. Casi oigo su paso. Alejándose. A través de la ventana la lluvia anunciada no termina de llegar pero el verano parece haber desaparecido de las calles vacías. El año sigue. Somos supervivientes caniculares. Pertrechados de nuevo para la batalla eterna de las estaciones, los días desplegados, las armas desplegadas, los paraguas...
Es hora de las gotas y días de café en vaso largo. No temas al otoño. Abrígate, las palabras son un espeso manto.

2.10.10

poesía escalpelo

La poesía también puede ser una enfermedad o un abceso...
Casi quirúrgica, más bien forense, Sharon Olds disecciona y se despoja, escribiendo, de lo dañino como de un cáncer. Directa, sin concesiones, una poesía brutalmente corpórea.



Querer

Esperé en el pasillo mientras su mujer
preparaba todo para la noche,
ajustaba el goteo, limpiaba la saliva
seca de las comisuras de sus labios,
comprobaba que la escupidera estuviera cerca,
el timbre prendido de la sábana,
como un chupador a la cuna.
Mientras, yo pensaba en el goteo,
en la manivela de acero de la cama,
en el timbre, la taza, la luz. Siempre lo supe
un objeto en un mundo de objetos.
Y es que no hablaba, a veces, por una semana,
se limitaba a hacer esas seña suyas:
si abría y cerraba los dedos como un pico,
mujeres parloteando; si se golpeaba la frente,
la estupidez de las mujeres te destruye.
Yo había dejado de esperar que me hablara
con sinceridad antes de morir.
Aguardé junto a la enfermería,
donde las mujeres dejan
las flores cuando se llevan sus bebés a casa.
Cuando ella salió de su habitación estaba radiante:
él le había tomado las manos, le había agradecido
cuanto había hecho por él durante veinte años,
y después le había dicho:
Quiero dedicarte el resto de mi vida.


Sharon Olds, El Padre

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