Mel Kadel, Drip Drip

13.8.12

lo real


Imagen: L Henkel
















En nuestra precipitación por mesurar lo histórico, lo significativo, lo revelador, no dejemos de lado lo esencial, lo verdaderamente intolerable, lo verdaderamente inadmisible: el escándalo no es el grisú, es el trabajo en las minas. Los “malestares sociales” no son preocupantes nada más en periodo de huelga, son intolerables veinticuatro horas sobre veinticuatro, los trescientos sesenta y cinco días al año. [...]
Lo que vivimos es lo que pasa verdaderamente, el resto, todo el resto ¿dónde está? Lo que pasa cada día y regresa cada día, lo trivial, lo cotidiano, lo evidente, lo común, lo ordinario, lo infraordinario, la música de fondo, lo habitual ¿cómo dar cuentas de eso?, ¿cómo interrogarlo?, ¿cómo describirlo?
Para qué interrogar a lo habitual. No estamos habituados a eso. Nosotros no lo interrogamos ni nos interroga, parece no dar problemas, lo vivimos sin pensar en ello, como si no llevara consigo ni pregunta ni respuesta, como si no fuera portador de ninguna información. No es siquiera condicionamiento, es anestesia. Dormimos nuestra vida en un sueño sin sueños. ¿Pero dónde está nuestra vida? ¿Dónde está nuestro cuerpo? ¿Dónde está nuestro espacio?
Cómo hablar de esas cosas comunes, cómo acorralarlas antes, cómo apartarlas, cómo arrancarlas a lo estéril a lo cual permanecen ligadas, cómo darles un sentido, una lengua: que hablen al fin de lo que existe, de lo que somos.

Georges Perec, Lo infraordinario

28.7.12

(s)pain




PORQUÉ ME DESPERTÉ
(Hombre plano, 3er borrador)


SOLO entre los durmientes." De las aceras de ciudades extranjeras -delgado haz de otoño- ¿quien era? Deambulando de calle en calle en la grisalla, sonido de pasos en la acera, entre horas, pensé dónde podría entrar. Por qué lo hice. Pensé en todo como un punto medio, dónde encontrar un filo, encontrar una altura. Pensé en esta niebla, por qué. En algun lugar nuestros bosques nos lloran, aquellos a quienes más habían querido, y el nadador plateado da brazadas silenciosas, cuán lejos de la orilla es dificil decirlo.

Anne Carson, Hombres en sus horas libres

24.7.12

sequía

Imagen: C D Friedrich


















La parálisis volverá, lo sé –
la próxima vez será definitiva.
Este día con sol tembloroso a través del follaje
y el brillo punzante del lago
al pie de nuestra casa
es sólo una burlona pausa. El poeta que era yo
pronto va a ser una figura muda en un cuadro popular
bajo un cielo con agujeros de nudos,
aunque las ideas se apelotonan en la cabeza
y la garganta se tensa de deseo.
Tengo que encontrar el lenguaje parco, deprisa:
aquí sólo hay sitio para un puñado de palabras,
escritas con caligrafía carolingia
en una cinta
que sale de mi boca silenciada.

Kjell Espmark
Vía Láctea

16.7.12

fiesta wtf!


Imagen: K Vojnar





















 

Nada que decir

Para naciones imprecisas como maleza,
para los nómadas que viven entre las rocas,
tribus de baja estatura y cara de enfado,
y para las familias unidas por adoquines
en pueblos con molinos de oscuras mañanas,
la vida es una muerte lenta.

Y también sus distintas maneras
de edificar, de bendecir,
de medir el amor y el dinero
son variantes de una muerte lenta.
El día que uno pasa cazando un cerdo
o celebrando una fiesta en el jardín,
horas que dan fe
o dan a luz, avanzan
hacia una muerte igualmente lenta.

Y decir eso para algunos
no significa nada; a otros les deja
sin nada que decir.

Philip LarkinLas bodas de Pentecostés


11.6.12

rescate


Imagen: K Vojnar
























Tenía ganas de hacer algo para que ya no le quedara escapatoria. Tenía ganas de destruir brutalmente todo el pasado de sus últimos siete años. Era el vértigo. El embriagador, el insuperable deseo de caer. También podríamos llamarlo la borrachera de la debilidad. Uno se percata de su debilidad y no quiere luchar contra ella, sino entregarse. Está borracho de su debilidad, quiere ser aún más débil, quiere caer en medio de la plaza, ante los ojos de todos, quiere estar abajo y aún más abajo que abajo.

Milan Kundera, La insoportable levedad del ser

14.5.12

happiness!

Imagen: G Tooker


















La exhortación a la hapiness en la que coinciden el científico entusiasta que es el director del sanatorio y el nervioso jefe publicitario de la industria del placer, tiene todos los rasgos del padre temible que brama contra los hijos por no bajar jubilosos las escaleras cuando, malhumorado, vuelve del trabajo a casa.

Theodor W. Adorno, Minima moralia

Ver+

14.4.12

somos carne


Imagen: F Bacon

Lección de anatomía

más allá del dolor y del placer la carne
inescrutable
balbuceando su lenguaje de sombras y brumosos
colores

la carne convertida en paisaje
en tierra en tregua en acontecimiento
en pan inesperado y en miel
en orina en leche en abrasadora sospecha
en océano
en animal castigado
en evidencia y en olvido

viendo la carne tan cerrada y distante
me pregunto
qué hace allí la vida simulando

el cabello a veces tan cercano
que extravía alojo en su espesura
las bisagras silenciosas cediendo
lagrimeando tornasol
y esa otra fronda inexplorada
en donde el tacto confunde
el día con la noche
fresca hermosa muerte a la mitad del lecho
donde los miembros mutilados retoñan
mientras la lengua gira como una estrella
flor de carne carnívora
entre los dientes de carbón

ah la voz gangosa entrecortada dulcísima del amor
saciándote saciándose saboreando el ciego bocado

los mondos los frágiles huesecillos del amor
ese fracaso ese hambre
esa tristeza futura
como el cielo de una jaula
la tierra gira
la carne permanece
cambia el paisaje
las horas se deshojan
es el mismo río que se aleja o se acerca
tedioso espejo con la misma gastada luna de yeso
que se esponja hasta llenar el horizonte
con su roñosa palidez

merodean las bestias del amor en esa ruina
florece la gangrena del amor
todavía se agitan las tenazas elásticas
los pliegues insondables laten

reino de ventosas nacaradas
osario de mínimos pájaros

primavera de suaves gusanos agrios
como la bilis materna

más allá del dolor y del placer
la negra estirpe
el rojo prestigio
la mortal victoria de la carne.

Blanca Varela

11.3.12

pluralismo


Imagen: K Malévich


Cualquier cosa que piense podrá ser utilizada en su contra...


28.2.12

enemigos



[Oh, dame una pequeña bomba no muy grande, sólo un poco, suficiente para matar un caballo en la calle (pero no hay caballos en la calle) bueno, suficiente para derribar las flores de una maceta (pero no veo flores en ninguna maceta) suficiente entonces para atemorizar a mi amor (pero no poseo ningún amor) bueno, dame una bomba atómica entonces para restregar mi bañera como un sucio y adorable niño (tengo una bañera) sólo una pequeña bomba atómica, general, con nariz de dogo, orejas rosadas, oliendo como a calzoncillos en julio ¿crees que estoy loco? creo que estás loco también así que: dame una antes de que otro lo haga.]

Charles Bukowski, Una pequeña bomba atómica

22.2.12

laponia...


Imagen: M Falces

Imágenes de imágenes de imágenes. Textos borrados, reescritos, rotos. Signos, figuras, cuerpos, recintos arrastrados por las aguas. Piedras desmoronadas sobre piedras. Lugar que ahora sobrevuela el polvo. Morada sin memoria, ¿quién te tuvo? Tiempo hambriento de ser empotrado en la noche. Siembras palabras y responden ecos, ecos de ecos en la bóveda incierta de la desolación. Dará todo el aire por un grito, la posesión del reino por un solo gemido. Abrieron los augures las entradas del dios y entregaron un cuerpo lacerado a los depredadores.

José Ángel Valente, La memoria de la luz

4.2.12

fin y principio


Imagen: S. Heggestad

Nada en propiedad

Nada en propiedad, todo prestado.
Estoy empeñada hasta el cuello.
Tendré que liquidar la deuda
entregándome a mí misma.

Así está establecido:
devolver el corazón,
devolver el hígado,
y cada uno de los dedos.

Es tarde para cambiar las cláusulas del contrato.
Me harán pagar la deuda
junto con mi piel.

Ando por un mundo repleto de deudores.
Sobre unos pesa el embargo de las alas.
Otros, quieran o no,
declararán las hojas.

Cada tejido nuestro está en el Debe.
Ni una pestaña, ni una ramita
podrá ser conservada para siempre.

Hasta el último detalle está inventariado,
y todo parece indicar
que hemos de quedarnos sin nada.

No logro recordar
dónde, cuándo y para qué
permití que me abrieran
esta cuenta.

La protesta contra eso
es lo que llamamos alma.
Y es esto lo único
que no está en el inventario.

Wislawa Szymborska, Fin y principio

Wislawa, mi ballena blanca...
(Memento, 1/2/2012)

14.1.12

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...