Imagen: Parkeharrison
Tú y yo vestidos confortablemente observando la línea recta mientras en el cielo las nubes corren como en la película que a veces sueñas hacer Tú y yo sin hilos observando la línea recta entre dos amarillos que antes fueron la masa amarilla y que nunca sabremos en qué demonios se convertirán ¡ni nos importa! Tú y yo en una casa alquilada sentados junto al ventanal la verdad dices es que podría llorar toda la tarde la verdad es que no tengo hambre y sí un poco de miedo a emborracharme otra vez sentados junto a un ventanal recto ¿no? mientras a nuestras espaldas los pájaros saltan de rama en rama y la luz de la cocina parpadea Tú y yo en una cama ¡allí estamos! observando las paredes blancas -dos perfiles que se continúan- ayudados por la luz de la calle y por la luz de nuestros corazones fríos que se niegan a morir.
Tú y yo vestidos confortablemente observando la línea recta mientras en el cielo las nubes corren como en la película que a veces sueñas hacer Tú y yo sin hilos observando la línea recta entre dos amarillos que antes fueron la masa amarilla y que nunca sabremos en qué demonios se convertirán ¡ni nos importa! Tú y yo en una casa alquilada sentados junto al ventanal la verdad dices es que podría llorar toda la tarde la verdad es que no tengo hambre y sí un poco de miedo a emborracharme otra vez sentados junto a un ventanal recto ¿no? mientras a nuestras espaldas los pájaros saltan de rama en rama y la luz de la cocina parpadea Tú y yo en una cama ¡allí estamos! observando las paredes blancas -dos perfiles que se continúan- ayudados por la luz de la calle y por la luz de nuestros corazones fríos que se niegan a morir.
R. Bolaño
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