reptante empieza la palabra bajo
los torbellinos de la luz sangrienta,
desde esta sombra nunca
podríamos cantar?
Alguien miró sin fin desde la muerte.
Aún puedes ver aquel ojo en lo oscuro.
Y cómo, preguntaron, cómo
escribir después de Auschwitz.
Y después de Auschwitz
y después de Hiroshima, cómo no escribir.
¿No habría que escribir precisamente
después de Auschwitz o después
de Hiroshima, si ya fuésemos, dioses
de un tiempo roto, en el después
para que al fin se torne en nunca y nadie pueda
hacer morir aún más los muertos?
J A Valente, Hibakusha (fragmento)
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