En días tediosos vuelvo de nuevo a esta canción de Sigur Rós y casi me emociona como la primera vez. Como respirar. Como saltar los charcos. Y entonces deseo que nos sea dado residir en ese lugar donde cada instante siempre es el primero. Así, tendríamos una percepción diferente del tiempo, quizás también como parámetro de calidad y no sólo de cantidad.
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